sábado, 11 de marzo de 2017

Sabina Spielrein, pionera en el psicoanálisis.

Un método peligroso.

En clase de filosofía hemos visto una película llamada "Un método peligroso", que trata sobre el psicoanálisis y la relación entre Sigmund Freud, Carl Jung y Sabina Spielrein. Freud y Jung son conocidos por ser los padres del psicoanálisis, pero pocos saben que Sabina también fue pionera en este campo, una de las mujeres cuya teoría tuvo más repercusión. En este artículo en vez de hablar de los llamados padres del psicoanálisis vamos a centrarnos en la que pudiera ser la madre del psicoanálisis.

Sabina Spielrein nació en 1885 en la antigua Unión Soviética, en una familia judía de clase alta: su padre era comerciante y su madre dentista. Sabina había demostrado un interés sexual muy precoz. Se reveló que su padre le propinaba palizas y que Sabina, ante estas situaciones de humillación, se excitaba sexualmente.

A los dieciséis su hermana de seis años murió y el estado de Sabina empeoró: sufría cambios de humor muy bruscos e incluso intentó suicidarse en un par de ocasiones, por todo esto sus padres decidieron ingresarla en una clínica suiza donde recibió tratamientos de electroshock, tratamientos que no obtuvieron resultado. Sus padres decidieron trasladarla a la clínica Burghölzli, situada en Zúrich, donde conocería a Carl Jung.

Sabina fue una paciente difícil, pero Jung la trató y curó la mayoría de sus síntomas graves, él había utilizado unos nuevos métodos de Freud en su tratamiento,  de hecho, mejoró tanto que se matriculó en la universidad (de dónde se graduó con matricula de honor). Sabina y Jung se convirtieron en amantes y ella también en discípula de Freud. Unas cartas demuestran que Carl y Jung no trataban especialmente bien a Sabina, ambos la manipulaban. Más tarde Jung la dejaría debido a que estaba casado con Emma Jung y que éticamente él no debía acostarse con su paciente. En 1912 Sabina se casaría y posteriormente tendría dos hijas.
Sabina Spielrein en 1918.

Su trabajo más importante fue "La destrucción como causa del devenir" donde elaboró el concepto de pulsión de destrucción y sádica, del que más tarde Freud se valdría para escribir "Más allá del principio del placer".


Sabina volvió a la antigua URSS con intención de abrir una clínica para niños con trastornos psíquicos, pero nunca lograría hacerlo. En 1941, Sabina y sus dos hijas fueron asesinadas de camino a la sinagoga, a manos de los nazis.

Por desgracia, como ocurre en muchos campos, se oculta la aportación de Sabina, mujer, tras los nombres de Jung y el archiconocido Freud y sólo se llega a conocer cuando se profundiza en el tema. Aunque gracias a esta película el nombre de Sabina Spielrein es más conocido.

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